Como los ángeles al caer el sol, pliegas las alas y te retiras agotado a descansar detrás de la luna. Trabajas demasiado. Vas, vuelves, subes, bajas imparable. Así, cuando llamo insistente a tus párpados no te encuentro. Y es que como los ángeles, conservas la inocencia de los niños ¿Acaso pretendes tú solo alcanzar los objetivos del milenio? Denunciaré a los miembros de naciones unidas que camuflados de cupido disparan y clavan sueños en las espaldas de los amantes y luego, te cortaré las alas para que despiertes y veas que soy yo y no la malaria la que ha desaparecido.
PD: No obstante, esperaré hasta el 2015.
Amanda Lee.
En esta nota están claramente definidas dos personas: una comprometida con lo social, otra intimista y bastante exigente,con gran sentido de lo poético.
ResponderEliminar¿Como disuadir al hombre social, público, con esos sueños clavados en la espalda, para que abra los párpados ante esta nota tan expresiva, tan contundente?. Y ¿por qué ese empeño por disuadirlo?
marian
Desencuentro de dos personas muy diferentes, que, seguramente, puede convertirse en encuentro a través del sentido del humor de quien escribe la nota, y de su paciencia ¡hasta el 2015!
Amanda Lee, nombre de consultorio sentimental o de una tia-madrina de las Barbies.
ResponderEliminarY el relato es más propio de una cazadora decidida, decidida en la pieza, no en la estrategia.
Una narración condensada, sugerente, con saltos del cielo a la tierra, como la vida misma! pero con mucho más glamour.
Y echo de menos una versión anterior que emparejaba las dos amenazas de una forma más eficaz(literariamente) y la posdata también mejor la anterior.